La información insalubre II: iniciándose en la manipulación
En esta parte se abordarán los principales tipos de manipulación ilustradas con algunos ejemplos.
2. TIPOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN INSALUBRE
2.1. Problemática informativa con responsabilidad identificable
2.1.2 Manipulación
Aunque la negligencia es más abundante en los "mass media" de los países democráticos, los efectos de la manipulación resultan más devastadores para las mentes de sus habitantes.
Thomas Jefferson, tercer presidente de Estados Unidos, escribió en su "Proyecto de ley sobre libertad religiosa en Virginia": "la verdad es grande y prevalecerá si queda librada a sí misma. Es el antagonista adecuado y suficiente del error, y nada tiene que temer en el conflicto con él si no es despojada por interposición humana de sus armas naturales: la libre argumentación y el debate". La confianza que el liberal Jefferson depositó en la verdad es digna de elogio. Por desgracia, no parece haber tomado en consideración a Aristófanes. En su incisiva obra, "Las nubes", dicho autor ilustra la situación en que un argumento perverso y/o irracional puede triunfar sobre otro con pretensión de verdad, algo que los sofistas conocían muy bien. Y es que a menudo, la efectividad de un argumento depende más de la presentación del emisor y de la capacidad crítica del receptor, que de la veracidad de su contenido. Esta degeneración subjetivista de la retórica también fue advertida -entre otros- por Sócrates. En el "Gorgias" de Platón, afirmó que "o la retórica va dirigida a los ignorantes y es extraña a la verdad, o se inspira en la verdad y es peligrosa si se deja en manos de cualquiera". Se hace evidente, pues, que la manipulación de la información no es algo nuevo. Es posible que su origen esté próximo a la aparición de un lenguaje medianamente complejo. Éste, permitiría al hombre primitivo extraer información de las experiencias de terceros sin tener que observarles, lo cual aumentaría sus probabilidades de supervivencia. Ahora bien, el regalo contenía un inconveniente: la puerta a un mundo nuevo de embelecos. Así, mientras el conocimiento fue perfeccionándose, la capacidad del ser humano para crear ilusiones no se quedó rezagada sino que le acompañó en su paso por la Historia. Durante dicho viaje, se nutrió del conocimiento para ir ganando en eficacia. Ya en los últimos siglos, las principales características que diferencian a la manipulación informativa son su sofisticación y su presencia ubicua.
El estudio de dicha manipulación es complejo, por lo que se hace imperativo adoptar una definición convencional de la misma. El diccionario de la RAE la define como el acto de "intervenir con medios hábiles y, a veces arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares". De aquí se desprenden varias conclusiones:
1ª. La manipulación implica un acto de persuasión.
2ª. Incluye la seducción en su vertiente más peyorativa, o sea, la del engaño.
3ª. Está al servicio de los intereses de unos pocos.
Conviene resaltar las 2 primeras porque muestran la verdadera naturaleza de la manipulación: la existencia conjunta de la persuasión y el engaño. La manipulación no es una mera persuasión aristotélica ya que, según Aristóteles, ésta última no lleva aparejada una connotación negativa. Su finalidad es la búsqueda intencionada de la adhesión racional y consciente del receptor. En esencia, la persuasión que propone constituye el corazón mismo de la retórica sana. No así de la sofista, donde es más importante la victoria dialéctica que la búsqueda de la verdad.
Por otro lado, no debe olvidarse que la manipulación sirve a intereses particulares, ya sean gobiernos, ciudadanos aislados o grupos de poder de toda índole. Es decir, esparcir un rumor sin ánimo de beneficio no se consideraría un acto manipulador al carecer de intencionalidad fáctica. Ahora bien, el pretendido beneficio no tiene por qué ser tangible. Simplemente, pretender que otro piense como nosotros haciendo uso del engaño taimado es una manipulación. El motivo es la presencia de un interés psicológico de fondo que podría traducirse en una acción futura.
Sin más dilación, se comentarán las técnicas de persuasión sofista más corrientes, que constituyen lo que se conoce como "desinformación". Con ella se pretende silenciar o manipular la verdad, haciendo un uso malintencionado de la libertad de expresión.
A grandes rasgos, se diferencian 3 estrategias desinformativas: retórica perversa, argucias audiovisuales y un cajón de sastre que denominaremos "otras técnicas".
A. Retórica perversa
Incluye métodos muy variados para materializar una argumentación que compensa su fragilidad con unas maneras pérfidas, más orientadas a una adhesión instintiva que a la reflexión.
a. Satanización (demonización)
Consiste en un ataque feroz al adversario, acusándole de un problema, inmoralidad, acción indebida, etc., con independencia de que sean ciertos o falsos. Cuando se trata de denunciar alguna injusticia, la satanización puede resultar provechosa y necesaria. Su carga negativa aparece al pretender desprestigiar al adversario a toda costa, promoviendo el odio hacia él e impidiendo un análisis imparcial de sus argumentos. Es muy frecuente que contenga la falacia ad hominem, la ironía, frases de gran calado, etc. Unas satanizaciones típicas son aquellas en las que se califica a un demócrata de ideología opuesta de estalinista, fascista o nacionalsocialista. Con ello, se le hace partícipe indirecto de los genocidios cometidos por estos regímenes totalitarios. En caso de que fuera poco dialogante se le podría haber tildado de autoritario, término más apropiado y de menor carga demonizadora.
b. Iteración maligna
Es la repetición de una "consigna" hasta la saciedad para que quede grabada en la mente del receptor. Suele ser independiente de cualquier razonamiento y, a veces, incluso lo evita, pues sólo busca la adhesión irracional. Aquello que se itera puede ser un anhelo (el famoso "Ein Volk, ein Reich, ein Führer" hitleriano), una certeza (la letanía de "sin gastos ni comisiones" que puede dificultar la búsqueda de mayores rentabilidades) o una falsedad (cuando se dice que la cooperación o el egoísmo -separadamente- surgen del orden social natural o espontáneo). Esto último suele ser lo más grave por el riesgo de que ciertos aspectos de la realidad se distorsionen por completo. La utilidad de iterar falsedades con alevosía ya la mencionó J. Goebbels en su diario: "afirma una mentira 100 veces y al cabo todo el mundo la creerá como un hecho fidedigno". La aplicación práctica de repeticiones malignas se hace muy patente en los eslóganes políticos y publicitarios, en las liturgias religiosas, etc. Es una técnica muy simple y efectiva de manipulación, mucho más peligrosa de lo que parece a simple vista.
c. Abuso del argumento de autoridad
Durante un debate o exposición, apelar a las razones de una autoridad es perfectamente legítimo. Ahora bien, es necesario que sus ideas sean verificables y/o contrastables, y que la autoridad sea competente desde un punto de vista intelectual. El argumento de autoridad no debe usarse a menudo y sólo cuando su verificación suponga una demora excesiva o una desvirtuación del objeto a tratar. Hay que tener un cuidado especial cuando la autoridad es incompetente, por ser inexperto en el tema, un necio, un orate o un farsante. El argumento procedente de una autoridad impertinente puede resultar de lo más nocivo para la sociedad y el conocimiento en general. Dos paradigmas de las consecuencias desastrosas del argumento de autoridad se hicieron tangibles en la Unión Soviética y en la Alemania nazi. En el 1º, la visión absurda sobre la selección artificial que tenía T. D. Lissenko, contribuyó de manera notable a las terribles hambrunas soviéticas. J. Monod puso de relieve lo inaudito del caso al escribir: "que un charlatán autodidacta y fanático haya dispuesto en su país, a mediados del siglo XX, de todos los medios del poder para imponer en biología una teoría inepta y en agricultura unas prácticas ineficaces, cuando no catastróficas; que este iluminado llegara a lanzar una censura oficial sobre la enseñanza y la práctica de una de las disciplinas biológicas fundamentales, la genética, es algo que sobrepasa la imaginación". En mi modesta opinión, Monod se quedó corto.
En el 2º paradigma, destaca el liderazgo del programa nuclear alemán por W. K. Heisenberg, que fue uno de los factores más decisivos en la derrota del Eje. No obstante, el fallo de dicho científico en la dirección del programa atómico nazi es más disculpable ya que -quizás- salvó muchas vidas; además, ni que decir tiene que la capacidad científica de Heisenberg era infinitamente superior a la de Lissenko.
d. Particularización
Consiste en ampararse en casos aislados -a veces fuera de contexto- para desmantelar una idea que, en términos generales, es cierta. La menguante polémica sobre la peligrosidad de los alimentos transgénicos para la salud humana es una manipulación de este tipo. Es cierto que algunos roedores han muerto al ingerir determinados alimentos transgénicos en elevadas cantidades y que no son inocuos al 100% (como sucede con cualquier comestible). Sin embargo, su riesgo no es superior al de otros alimentos que se están comercializando con total naturalidad. De hecho, se someten a controles, ensayos toxicológicos e investigaciones más exhaustivas que los restantes nuevos alimentos. En estos, su proceso de fabricación no está sometido a una supervisión especial tan intensa y -muy a menudo- carecen de cualquier tipo de aval científico. Por desgracia, el miedo a los avances genéticos unido a ciertos intereses económicos injustificables, han golpeado con dureza a los productores de este tipo de alimentos.
e. Eufemismos
Se emplean para quitar hiero a un asunto en el que no interesa que el receptor tome conciencia de su gravedad. Es muy común en las informaciones de guerra, ya que no conviene que la acción de combate carezca de soporte popular. Resulta vergonzoso el abuso de la expresión "daños colaterales" por parte de los altos mandos del ejército estadounidense al referirse a las víctimas inocentes en guerras, como la de Vietnam, la de Afganistán o las dos de Irak. Otro ejemplo sangrante de eufemismo es el de las llamadas "mujeres de solaz" del ejército japonés durante la II Guerra Mundial. Dichas "mujeres" no eran otra cosa que niñas y jóvenes procedentes de Filipinas, Tailandia, Vietnam, Malasia, China, Corea, Japón, Indonesia y otros territorios ocupados por el ejército nipón, secuestradas y utilizadas como esclavas sexuales en contra de su voluntad. Muchas de ellas mutiladas, torturadas y/o asesinadas.
El eufemismo tiene un efecto muy pernicioso sobre la mente del receptor, pues distorsiona su concepto de justicia y le vuelve insensible a las atrocidades.
f. Terminología difusa
Algunas palabras como "libertad", "grandeza", "igualdad" y "honor", entre otras, tienen un intenso contenido emocional pero poca utilidad racional si carecen de un contexto de aplicación apropiado. Resulta curioso que unos términos que evocan valores humanos positivos sean de uso común entre los dirigentes totalitarios para aferrarse al poder. Basta con establecer unos límites o un marco enfermizo para que justifiquen los actos más detestables.
g. Exageración y simplificación
Suele referirse a las bondades propias y/o a los fallos del adversario, aunque abarca un repertorio muy diverso. En cualquier caso, lo que se busca es una aceptación fanática con la menor discusión posible. En ocasiones se desvirtúa por completo la argumentación, engendrándose una idea falsa en extremo. Por ejemplo, al afirmar que "la droga mata", se está sometiendo a todas las drogas a un mismo rasero arbitrario pues algunas son casi inocuas, otras conllevan un mayor o menor riesgo y las hay que incluso pueden ser muy beneficiosas. Además, se ignoran otros parámetros como la dosis, el ambiente, la finalidad de consumo, la sensibilidad individual, etc.
h. Redefinición
Consiste en cambiar el significado de palabras o ideas para generar una ilusión de coherencia. Un ejemplo de redefinición famosa es la "Revolución Cultural" de Mao, cuya pretensión era aplastar todo tipo de culturas ajenas al régimen con el fin de implantar la suya. Por supuesto, llevándose por delante personas, monumentos, libros, manuscritos, etc. Es decir, más que una revolución cultural consistió en un exterminio de la cultura.
i. Revisionismo histórico
Busca transformar hechos pasados para garantizar una supremacía moral, intelectual, etc. sobre el adversario y/o sobre el pueblo. De este modo, manipulando el pasado se adquiere un mayor control del presente y del futuro inmediato. El revisionismo histórico ha acompañado al hombre desde tiempos inmemoriales. Ya en el Antiguo Egipto muchos faraones tenían la (mala) costumbre de borrar los nombres de sus predecesores en los cartuchos para grabar los suyos. Así, se proclamaban autores de grandes monumentos y gestas, favoritos de los dioses, etc. Las modalidades de esta técnica incluyen el estudio parcial de acontecimientos, su ocultación, la destrucción de pruebas, silenciar testigos molestos, etc. A corto plazo suele ser efectivo pero, a la larga, la farsa cae por su propio peso.
j. Oscurecimiento
Se emplean expresiones sibilinas y ambiguas que no obedecen a una correcta definición argumental, sino a confundir al receptor, permitirle elaborar interpretaciones contradictorias, etc. A simple vista, se puede confundir con la llamada "terminología difusa". La diferencia estriba en que ésta hace uso de vocablos generales con evocación positiva para el receptor. En cambio, el oscurecimiento no busca tanto una adhesión como la inoperancia del receptor o el "hablar sin decir nada" para "no pillarse los dedos". Suele hacer acto de presencia en mítines electorales, declaraciones de interés financiero, anuncios publicitarios, etc.
k. Terminología disuasoria
Es aquella que dificulta la consideración de otras posibilidades. Alude a palabras que conducen al pensamiento unidireccional, reforzando innecesariamente la idea principal. Algunos ejemplos son las expresiones: "lo vi con mis propios ojos", "adhesión inquebrantable", "totalmente lleno", etc. Este uso perverso del pleonasmo y del refuerzo viciado ya fue denunciado por N. Chomsky.
l. Perversión científica
Es muy utilizada para conferir carácter científico a un texto que carece de él, o bien para distorsionar el carácter científico de uno que ya lo poseía. Esta ignominia tiene múltiples facetas: selección discrecional de artículos; estadísticas no concluyentes y/o interpretación errónea de las mismas; manejo de datos absolutos o relativos, según convenga; abuso de terminología especializada, etc.
Imagen: Napoleón Bonaparte, pionero en el dudoso arte de la manipulación informativa y hábil estructurador de la información.
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